Durante la última década han ido en aumento el número de casos de personas que se han visto afectadas por la aplicación de biopolímeros para relleno de senos, glúteos e incluso el rostro, produciendo síntomas tales como dolor, necrosis e incluso muerte de los tejidos.
Si tú estás pensando en recurrir a algún procedimiento estético que involucre la inyección de sustancias como bótox o ácido hialurónico, hay algunas consideraciones que debes tomar en cuenta antes y que te contaremos en el presente artículo por lo que te invitamos a seguir leyendo.
Los biopolímeros son sustancias extrañas, ajenas a nuestro organismo que se vienen utilizando desde hace varios años y han tenido su auge gracias a la relevancia que ha ganado la estética en la sociedad actual.
Desde sus inicios se han venido utilizando sustancias como silicona líquida, para posteriormente mezclarla con aceites de origen animal y vegetal, derivados del petróleo, entre otros productos que son altamente perjudiciales para la salud y son utilizados indiscriminadamente como rellenos de glúteos, senos e incluso en el rostro para resaltar los pómulos.
Otros incluso van mucho más lejos, inyectándolos en los pectorales, en el caso de los hombres para que se vean más tonificados y fuertes, en la pantorrilla o piernas para simular que están musculosos, su uso sin duda es con la finalidad de mejorar su figura sin lamentablemente conocer o entender el gran riesgo que estos procedimientos conllevan.
Los biopolímeros pueden ser además de la silicona líquida, parafina, cemento óseo, aceite industrial, etc.
Peligrosa obsesión
Desde mediados del siglo XX, alcanzar la belleza estética se ha convertido en una obsesión que llevó a muchas personas a recurrir a procedimientos radicales muy peligrosos con la finalidad de conseguir tan ansiado objetivo. Así fue como comenzaron los procedimientos de cirugía plástica, basados en la implementación de biopolímeros en el cuerpo humano.
El principal peligro que estas sustancias representan radica en que son imposibles de eliminar por parte del organismo humano. Por lo que su infiltración genera gran número de problemas inmunológicos, que pueden aparecer inmediatamente después de aplicarse debido a infecciones provocadas por la técnica de aplicación o expansión del líquido inyectado, o también pueden presentarse transcurridos varios años después a través de procesos infecciosos, dolor o inflamación, sin que el paciente haya tenido ningún síntoma previo, lo cual puede ser aún más peligroso.
Se debe tener mucho cuidado y prestar especial atención, ya que existen marcas de biopolímeros que aparentemente provienen de laboratorios aprobados por la FDA, pero realmente se tratan de productos ilegales y de origen dudoso.
También ha habido gran cantidad de mujeres que han sido víctimas de personal “médico” y/o charlatanes sin escrúpulos y sin licencia ni certificaciones para aplicar estos fraudes cosméticos. El factor común de todos estos casos es la total ignorancia por parte del paciente de las características químicas y el origen de la sustancia a inyectar y las complicaciones que trae consigo, así como la completa falta de honestidad por parte de la persona a cargo del procedimiento.
No confíes en cualquier persona que prometa la felicidad estética con la aplicación de polímeros, ya que lo que no te dicen es que dicha felicidad durará muy poco y se convertirá eventualmente en dolor y en una vida infernal por años para el paciente. Recuerda, NUNCA introduzcas sustancias no biodegradables en tu cuerpo.
Si estas pensando en hacerte una mejora estética acude con profesionales en medicina estética certificados y asegúrate de que la sustancia que te están inyectando sea lo que en verdad prometen, si quieres saber más o conocer las sustancias recomendadas para hacerte mejoras estéticas sigue leyendo nuestras próximas entradas o podemos atender tus dudas puntuales haciendo clic en el siguiente enlace.